Juan Ramón Adsuara: “Intentamos que las empresas no vean a la administración como una traba, sino como un aliado”

L’alcalde explica com Alfafar es va convertir en un focus de referència per al comerç i aprofundeix en l’estratègia urbanística per a situar a Ikea i Decathlon en el municipi

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Además de alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara es representante suplente del Ayuntamiento en la Xarxa de Municipis Valencians y representante en la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud. Gracias a sus estudios en comercio y marketing, y el importante cargo que ocupa en el edificio principal del pueblo, Adsuara sabe cómo tratar con pymes y grandes marcas como Ikea y Decathlon, que se han instalado en un espacio propicio para llevar a cabo sus proyectos y, además, ofrecer empleo.

València Extra conversó en exclusiva con el alcalde sobre emprendimientos locales, el posicionamiento de las grandes empresas en el pueblo y participación de los jóvenes en el mercado laboral, entre muchos otros temas.

Desde la alcaldía, ¿qué medidas se están tomando para hacer de Alfafar un sitio en el que se reúne cultura, educación y comercio?

Lo que estamos haciendo es unir las empresas que se están implantando con las políticas que se hacen desde el Ayuntamiento para que estén interconectadas.

Cultura, educación, comercio y también deporte son aspectos que hemos detectado por medio de encuestas de calidad de vida de la población, en la que se nos pedía, en el 2011 y 2012, una mayor agenda cultural, una mayor actividad de activación del comercio, una mayor dinamización del deporte. Intentamos aunar las concejalías y las políticas para que vayan todas en común. Es decir, con un objetivo, hacer un Alfafar vital; por una parte, cultura, por otra parte, deportes y por otra la reactivación del comercio local.

En este mismo sentido, ¿en qué bases se apoya el comercio de Alfafar?
Aquí habría que distinguir dos tipos de comercio: el comercio local y el grupo de pequeños comerciantes, que apoyamos con cesión de espacios públicos, subvenciones y acciones de marketing directo con ferias y exposiciones, además de herramientas de merchandising, publicaciones y una guía comercial para que la gente de Alfafar tenga presente el comercio local.

El posicionamiento de la zona comercial está orientado a otro tipo de clientes, a toda la provincia de Valencia, Castellón y el norte de Alicante. Aquí sí que aplicamos políticas, realizamos un planning, pensamos muy bien los accesos al pueblo y luego vamos de la mano con ellos para avanzar.

Últimamente se han anunciado bastantes cursos que apuntan a la formación y ocupación de los habitantes de Alfafar, entre ellos, de Manipulador de Alimentos, por nombrar uno. ¿Cómo influye esto en el comercio del pueblo?
El curso de Manipulador de Alimentos es la fase 1 para acceder al mundo de la hostelería, pero aparte tenemos otro curso de atención al cliente en hostelería, para la gente que quiere aprender a atender en un restaurante, que se relacione con los clientes, que aprenda. Sumando el manipulador, estos cursos abren posibilidades para toda la hostelería, para que así acudan al Ayuntamiento a suministrarse de currículum y perfiles que nosotros captamos para estimular la ocupación.

Estos cursos influyen en la atención al cliente, a abrir oportunidades en los procesos de selección y en las nuevas empresas que están contratando, para abrir puertas al mercado laboral.

El enfoque en los jóvenes desde el Ayuntamiento es evidente y estimulador. ¿De qué formas intentáis involucrar a las nuevas generaciones en el funcionamiento de Alfafar?
Con el Carnet Jove lo que intentamos es concientizar a la gente y luego también lanzar proyectos, como la semana de la juventud, o enlazar con el Ministerio por medio del Espai Jove o el Fondo de Garantía Juvenil que ayude a los jóvenes a encontrar a un trabajo.

Tenemos las bolsas de trabajo que, dependiendo del currículum de los jóvenes y su especialización, captamos las ofertas que podemos y luego se generan las entrevistas. La mayoría de cursos se enfocan a ellos, es la gente joven la que acude.

Son todas políticas activas, de dinamización, políticas para involucrar al colectivo joven de Alfafar en el día a día y en la sociedad. Por supuesto, siempre sin olvidar la formación de ellos. Lo tenemos medido, lo tenemos estudiado, y la especialización es básica para encontrar un puesto de trabajo digno.

Alfafar se está convirtiendo en foco de grandes empresas como son Ikea y Decathlon. ¿Qué factores crees que animan a abrir un negocio aquí?
En primer lugar, lo que hicimos en el 2013 fue invertir un aprovechamiento urbanístico. Al mismo tiempo, invertimos en mejorar los accesos para la zona de Alfafar.

Creíamos que Ikea era polo de atracción y el resto es trabajo diario. Cuando uno se cita con estas empresas lo que hacemos es abrirles las puertas. Por una parte, tener a disposición los recursos humanos, y luego trabajar juntos en el urbanismo. De alguna forma, intentamos quitar el miedo a una empresa a instalarse por la dilatación de los procesos, ralentización de los trámites administrativos. Por eso marcamos planning con las empresas según su calendario. Lo que intentamos es que no vean la administración como una traba, sino como un aliado.

Finalmente, los factores que animaron a Ikea y Decathlon es un compendio de todo: relación con la administración local, trabajar en una dirección, mejora de los accesos, facilidades, predisposición y un esfuerzo todos juntos con el mismo objetivo.

Últimamente os centráis en ferias medievales, de tapas, nuevos locales y esencialmente comercio a escala humana, otorgando atención a los pequeños y medianos empresarios. ¿Sobre qué voluntades y motivaciones existe este enfoque? ¿Quiere ser Alfafar una potencia al respecto?
Con la pequeña empresa tenemos una línea de emprendedores, no solamente una subvención con el pequeño comercio. Cuando viene una persona y busca abrir un negocio, también busca un asesoramiento jurídico para implantarse y buscar una orientación. Las ferias medievales, de tapas o las “shopping nights” son acciones que intentan dinamizar el comercio local, esto independiente de que la gente salga a la calle. Así, la gente ve que tenemos una actividad cultural.
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