El pasado fin de semana, la ciudad de Torrent volvió a sentir por sus calles el olor de arrayán y el ruido de la música. En este caso, fue con motivo de la festividad de San Antonio de Padua. Los actos empezaron viernes con una cena de hermandad organizado por los clavarios, donde vecinos y amigos pasaron una noche divertida con música y regalos.
La mañana de domingo, los clavarios salieron en un pasacalle acompañados por la música desde la casa del clavario mayor, a la plaza del Obispo Benlloch, hasta la parroquia de Montsió, donde se celebró la misa mayor. El concejal de Actividades Lúdicas y Tradicionales, Alfred Costa, y varios miembros de la corporación quisieron estar junto a los clavarios y de toda la comunidad en este día tan festivo y señalado para todos ellos. Ya como despedida de las celebraciones y de la clavaría, por la tarde se celebró la procesión de San Antonio por las calles cercanas a la parroquia de Montsió, y se puso punto final con un castillo de fuegos artificiales.