1-4 fue el marcador de la ida en Mestalla por la Copa del Rey. El Celta hizo un partido casi perfecto y aseguró con mucha probabilidad el paso a la siguiente fase.
Aquel partido encontró a Voro, recién llegado, en un momento en que debía dar confianza y animar a sus jugadores por las buenas. Prandelli había partido hace pocos días y Suso dejaría el club al fin de semana siguiente.
La tarea de hoy es dificilísima, como ese alumno que llega a final de curso y necesita aprobar haciendo un esfuerzo sobrehumano. Casi no es preciso decir cuántos goles deben marcar. El espíritu es lo importante.
El entrenador blanquinegro contará con algunos canteranos, entre ellos Carlos Soler, y enviará al campo a un equipo competitivo pero guardando las proporciones. El partido del fin de semana contra el Espanyol es la prioridad.
Berizzo, por su parte, tiene en mente el partido contra el Alavés del fin de semana. La vuelta de un 1-4 es suficiente como para considerar un equipo alternativo que quiera sumar minutos y darse el gusto de eventualmente clasificar. Su posición número 9 en la Liga es suficiente para seguir dándole cabida a los juegos de la competencia.
El partido se juega en Balaídos a las 19.00 hrs