Tras la partida de Nuno y Neville, un período que resultó un fracaso, Pako Ayestarán salvó al Valencia del descenso y ahora tiene la incómoda tarea de comandar un nuevo plantel con más experiencia y renombre, con Nani como la gran estrella y el núcleo de las expectativas. A esto se suma la necesidad imperiosa de escapar de los últimos puestos de la clasificación y empezar a cultivar resultados.
El equipo che precisa nuevos liderazgos, además del que ha manejado bastante bien el argentino Enzo Pérez, jugador serio que, cuando funciona en el campo, vuelve dinámico al equipo, ordena a sus compañeros e influye en el orden del juego. Para esto es fundamental que los recién llegados sumen minutos y empiecen como titulares.
Si no consideramos a aquellos jugadores que continúan hasta hoy (Jaume, Alves, Cancelo, Gayà, Perez, Parejo —un sobreviviente con problemas superados— y Rodrigo), el nuevo Valencia se parece muy poco al anterior de Nuno y al eliminado de la Champions al mando de Neville. Con los créditos futbolísticos que trajo el mercado de fichajes, cada zona del conjunto tiene un referente o dos. Así se reconstruyen los blanquinegros.
Portería
Aquí no hay cambios y se quedan los mismos: Ryan, Alves y Jaume, que ya está recuperado de su lesión y listo para aportar al equipo.
Defensa
Finalmente, Santos y Abdennour se quedaron, mientras que Vezo se fue cedido al Granada y Orbán tomó rumbo al Genoa de Italia.
De las incorporaciones, Martín Montoya ya ha demostrado su aporte en los primeros partidos de Liga, con grandes capacidades de proyección hacia lo más alto del campo, al igual que Gayà. Asimismo, Mangala y Garay que, a juzgar por su condición de fichajes con juego y experiencia en sus anteriores equipos (Manchester City y Zenit respectivamente), reemplazarán al brasileño Santos y/o al tunecino y conformarán el eje y el mando defensivo del Valencia; una combinación de fuerza y parsimonia, con menos nervios y desorganización, un cambio que traerá la añorada seguridad defensiva de tiempos pasados.
La gran pérdida de esta zona es Mustafi, una falta que se notará si el francés y el argentino no cumplen.
Mediocampo
Sin duda, la revelación es Álvaro Medrán, que cumple el papel del recién llegado que asombra con su buen juego. Si bien estuvo ausente en el partido contra el Eibar, junto con Enzo Pérez y Dani Parejo deberán conducir el juego desde atrás hacia los delanteros. Mario Suárez también puede entregar fortaleza a un mediocampo que necesita funcionar para llevar los balones a sus compañeros de más arriba.
En el mediocampo André Gomes, ahora azulgrana, es la gran ausencia. Sin embargo, hay buenos nombres para olvidarlo y empezar a pensar en el área estratégica más importante en un equipo que necesita empezar a funcionar.
Ataque
La zona menos cuestionada en la era Ayestarán, la con más juventud y una pizca de experiencia. Nani está llamado a ser el referente de esta parte del campo, el que deberá ordenar a sus compañeros, estimularlos e incitarlos a ser incisivos, una de las características de su juego por las bandas que dio resultados en el United inglés y el Fenerbahçe turco.
Santi Mina y Rodrigo Moreno, símbolos de la velocidad en la parte de arriba, conforman junto al portugués el vértigo en el ataque. También Bakkali, quien siempre que entra lo hace acercándose a la portería contraria, y cómo no, Munir, el más nuevo y joven después de Mina, que sumó bastantes minutos y marcó en ocasiones importantes con el Barcelona y sabe lo que es competir contra los equipos difíciles de la Liga.
Por supuesto, el mayor vacío del ataque —y del equipo— es el que dejó Alcácer. La lozana delantera valencianista está destinada a reemplazarlo a como dé lugar.