El fin de semana del 26 al 28 de enero El Puig vivirá su fiesta principal, la del homenaje a Sant Pere, patrón del municipio. Durante tres días intensos una bulliciosa feria llenará de paradas, atracciones y colores la explanada del Real Monasterio y culminará, el domingo 28, con una exhibición de 'cant d'estil' por las calles del pueblo, la tradicional 'dansà' y la degustación de la olla de Sant Pere.
La olla es una sabrosa versión de arroz 'amb fesols i naps' preparada con mucho cuidado en calderas sobre leña por los clavarios de Sant Pere.
Originariamente se repartía entre las personas más necesitadas pero hoy en día puede disfrutar de ella todo aquel que quiera. De hecho son miles los visitantes que se acercan al Puig para disfrutar de la feria y degustar una ración de este plato tan típico y tradicional.
Otro elemento fundamental son el ¡cant d'estil' y la tradicional 'dansà' que se baila por la mañana en honor a Sant Pere. Un espectáculo visual y musical que los últimos años se ha vuelto multitudinario, reuniendo a más de un centenar de bailarines y bailarinas danzando a la vez por las calles del pueblo.
La concejal de Fiestas Maite Sánchez señala que "todo está listo para recibir las más de 20.000 personas que calculamos que vendrán a celebrar con nosotros la que es una de nuestras fiestas más entrañables y queridas".
Sant Pere Nolasc, patrón del Puig
La tradición sitúa el origen de la fiesta en honor a Sant Pede Nolasc en el descubrimiento que el fundador de la orden de la Merced hizo, a finales de agosto de 1.237, de la imagen de la Virgen del Puig en la cima de una colina, bajo una campana. En ese mismo lugar Jaume I mandó erigir un año después lo que sería la Iglesia de Santa María del Puig. Es una festividad en la que se unen elementos dispares como la devoción y los orígenes de la identidad del pueblo valenciano.