El primer PIFS se salda en el Camp de Túria con 84 obras ejecutadas y más de 5 millones de euros invertidos

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Todos los ayuntamientos del Camp de Túria han conseguido concluir en plazo las más de 80 actuaciones realizadas con cargo al primer Plan de Inversiones Financieramente Sostenibles (PIFS), con un nivel de cumplimiento del 99,7%. El PIFS fue un programa de ayudas a los municipios que el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, creó nada más acceder al cargo con los 70 millones de euros de remanente no gestionados por parte del anterior equipo de gobierno provincial para que, en lugar de acabar en los bancos, se invirtiera directamente en el bienestar de los valencianos y las valencianas.

Esta decisión supuso para los 16 municipios del Camp de Túria una inyección adicional de más de 5 millones de euros con la que poder llevar a cabo aquellas obras que consideraban necesarias para mejorar la calidad de los servicios e infraestructuras del municipio, pero que inicialmente se habían quedado fuera de sus presupuestos por falta de disponibilidad económica, pese a tratarse en muchos casos de reivindicaciones históricas.

Los ayuntamientos tuvieron un primer plazo de apenas dos meses, entre octubre y diciembre de 2015, para presentar los proyectos y, una vez adjudicadas las obras, disponían de tiempo hasta el 31 de diciembre de 2016 para ejecutarlas, con un plazo adicional de 10 días para justificar que se habían realizado y pagado. Todo un reto para la Diputación y para los consistorios que, pese a lo ajustado, se ha saldado prácticamente con un 100% de ejecución. En palabras de Rodríguez, “este nivel de ejecución, que se repite en todas las comarcas valencianas, demuestra el potencial del municipalismo y que la maquinaria institucional puede dar una respuesta rápida a proyectos que merecen la pena”.

De hecho, el único proyecto que finalmente no se ha llevado a cabo en el Camp de Túria, la conexión prevista entre la traída de agua potable de Vilamarxant y la red de riego de la Serratilla, no ha sido fruto de ineficacias en la gestión, sino de una decisión motivada del propio ayuntamiento, ante la falta de garantías sobre la ejecución del proyecto, tal como ha explicado el alcalde, Jesús Montesinos, que asegura que por ese motivo decidieron posponerlo para más adelante.

Resolver “problemas reales”

Los 5.112.000 euros finalmente invertidos a través del PIFS en los 16 municipios de Camp de Túria han servido para mejorar el asfaltado de las calles, las redes de agua potable, las canalizaciones para evitar inundaciones o la accesibilidad de las aceras y los edificios públicos, pero también para rehabilitar escuelas y centros sociales, adecuar instalaciones deportivas o mejorar el equipamiento y los servicios en general de los ayuntamientos y municipios.

Por tipos de inversión, destacan sobre todas las actuaciones en la vía pública, que han supuesto un 41% del total entre reurbanización y asfaltado de calles, mejora de caminos e intervenciones en parques. También reseñable es el 27% destinado a la mejora de las instalaciones municipales, entre las que destacan las actuaciones en instalaciones deportivas y culturales, el 12%, a actuaciones relacionadas con el ciclo integral del agua, y el 7% de las iniciativas relacionadas con la mejora de la eficiencia energética. Los ayuntamientos han invertido también, aunque en menor medida, en mejorar la accesibilidad de calles y edificios públicos (4%), en adquisición de nuevo equipamiento cultural (2%), en impulso de carriles bici (2%), en actuaciones relacionadas con las nuevas tecnologías de la información (1%) e incluso intervenciones arqueológicas (1%).

En resumen, “actuaciones que escapan del concepto de obras faraónicas de otra época y se centran en resolver problemas reales de los ciudadanos, en muchos casos reivindicaciones de los ayuntamientos que llevaban años sin atenderse, bien por falta de recursos o simplemente por desinterés”, explica el presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez. “Lo más destacado del PIFS es que, más allá de las buenas intenciones, hemos conseguido pasar de las palabras a los hechos y, además de conceder a los alcaldes y alcaldesas la autonomía para decidir las inversiones, se ha logrado que esas inversiones se ejecuten y hoy sean realidades que pueden disfrutar los vecinos de los municipios valencianos”.

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