“Cuba ha sido desde la Revolución un referente en el uso del arte para la educación popular, la promoción de los artistas y la cultura, sin despreciar ninguna manifestación artística”. Así se presenta el tríptico de la exposición que ha presentado el Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat.
El MuVIM inaugura la exposición “Cartell Cubà 1959-1989. Crònica gràfica de la història recent de Cuba”, una muestra que recoge las principales creaciones de los artistas cubanos más relevantes que desarrollan su trabajo entre 1959, cuando triunfa la Revolución, hasta 1989 con la caída del Muro de Berlín. El objetivo principal de la exposición es dar a conocer la importancia de la producción gráfica cubana y la efervescencia creativa de la segunda mitad del siglo XX en el campo de las artes gráficas, convertidas en vehículo de expresión de las vivencias sociales de una etapa posterior al triunfo revolucionario.
La presentación ha estado dirigida por el Diputat d l’àrea de Cultura, Xavier Rius; el director del MuVIM, Rafael Company; la comisaria de l’exposició, Moraima Clavijo y el cap d’exposicions, Amador Grifó. Todos ellos han querido destacar la importancia de la muestra ya que es una forma de analizar el poder de la propaganda en un país como Cuba. Rius ha destacado la importancia de la exposición del MuVIM siendo uno de los objetivos del Àrea de Cultura de la Diputació “acercar a la mayor parte de los pueblos valencianos, las exposiciones y otras actividades que producen los museos de titularidad corporativa”.
Las obras expuestas, 57 carteles originales de la época, y una selección de fotografías del paisaje cubano con las vallas más representativas forman parte de los fondos del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana (26 carteles), y de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (31 carteles). El MuVIM presenta la muestra dividida en cuatro bloques temáticos para poder abordar las similitudes y discordancias en el desarrollo del arte del cartel según su ámbito. Moraima ha explicado que “Cartell Cubà 1959-1989” es una reflexión sobre los mensajes que hay detrás de cada pieza ya que tienen un significado profundo de lo que ocurrió durante el periodo de treinta años en Cuba”. Y las claves que vertebran la cartelería “se basan en la diversidad, el realismo, neo figuración y pop cubano”, añade.
Rafa Company, ha destacado la novedad de esta exposición y es que conforma un ciclo expositivo en el que tienen “depositada mucha confianza porque estamos convencidos del interés de personas de diferentes filias y la seducción de las imágenes tan poderosas de Cuba que dejarán al público cautivado”.
El primer bloque es el “El Cartel político” el cual, en la segunda mitad del siglo XX en Cuba, las artes gráficas junto con el cartel propagandístico se convierten en un vehículo de expresión de los complejos acontecimientos sociales posteriores al triunfo revolucionario. El cartel que inaugura la exposición es una serigrafía de Eladio Rivadulla en la que sale Fidel Castro y representa el momento en el que le daban por muerto en 1959 y un periodista revela que es mentira a través de una entrevista.
El “El Cartel Cultural” es el segundo bloque de este recorrido propagandístico cubano. En el que exponen las políticas culturales que proliferaban en esa época, las cuales estaban orientadas a corregir las desigualdades ilustrando a las masas y preservando y construyendo la nueva identidad cultural cubana. En esta parte, destaca el cartel “Canción Protesta” de Alfredo Rostgaard en agosto de 1967.
La tercera parada del recorrido lleva por nombre “El Cartel de Cine” con el que pretenden sacar a la luz el papel decisivo de la creatividad cubana y cómo el cine se convirtió en el principal campo de experimentación artística. El cartel “Soy Cuba” se lleva todo el protagonismo en esta sección y es que fue una película prohibida. Su autor quiso reflejar las diferentes contracciones que se proyectan en el film y la vida como prostitución, reclusión, etc.
Por último, la exposición presenta “El Cartel institucional”, la sección que explica el especial protagonismo que cobra la valla publicitaria reconvertida en un nuevo y efectivo medio de comunicación. Transmitían mensajes claros y rotundos que variarían el fondo y ligeramente la forma, en función de su ubicación.
La exposición se puede visitar del 15 de junio hasta el 15 de octubre en la Sala Parpalló del museo.