El Levante con 80 puntos rebasa su mejor registro en la categoría de Plata

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Restan cuatro jornadas para echar definitivamente la cancela a la competición liguera en el marco de la categoría de Plata y el Levante ya ha superado su mejor registro histórico en este universo que data de la temporada 2003-2004. Los acontecimientos se precipitaron el pasado sábado en el feudo del Ciutat de València en un duelo superlativo que reunió a los equipos que dominan la cabecera de la clasificación desde la jornada decimoquinta. El desafío de Orriols adquiría sentido. Por el horizonte surgía un duelo que no estaba desprovisto de heráldica. Los goles de Morales y Róber Pier permitieron al bloque que conduce López Muñiz traspasar la barrera de los setenta puntos para fijar su expediente en los ochenta que actualmente compendían su sobresaliente recorrido por el campeonato de la regularidad. Y el camino no ha concluido todavía, pese a la consecución de los objetivos enmarcados. Tenerife, UCAM Murcia, Lugo y Huesca marcan el ciclo final de un curso brillante. Es evidente que los números pueden sufrir una tendencia al alza si las huestes que conduce el preparador asturiano conjugan con el triunfo. Hay opciones matemáticas para aumentar este registro.

Lo cierto es que la sociedad levantinista nunca había pisado el umbral de los ochenta puntos en el ámbito de la Segunda División A desde que el valor del triunfo alcanzara la cotización de los tres puntos. Aconteció a mediados de la década de los años noventa del siglo anterior. Hasta el tiempo más presente permanecía en la memoria el relato de la temporada 2003-2004. El recuerdo es evocador y sigue teñido por la emotividad porque permitió a los estamentos granotas experimentar unas emociones y unas sensaciones que permanecían en letargo y cercaban el olvido. El ascenso a la elite ejerce de nexo de unión entre ambos ejercicios. La distancia radica en el procedimiento y principalmente en el plan de ejecución. El bloque de Manuel Preciado adquirió la universalidad en Xerez, a falta de tres semanas para el desenlace del curso, y cerró su aventura liguera con la adscripción de setenta y nueve puntos.

 

A superar los 82 puntos de la campaña 1995-1996

El Levante alcanzó la condición de campeón secundado por el Getafe y Numancia. El registro forma parte del pasado. La historia se va reescribiendo en virtud de los hechos que se van desarrollando. Es una realidad incuestionable. El Levante fija un nuevo contorno desde una perspectiva numérica en el ámbito de la categoría de Plata que podría extender por mor de los enfrentamientos que todavía tiene que afrontar sobre el verde según determina el calendario. Y esos duelos establecen un nuevo desafío ya que la opción de rebasar su mejor puntuación, siempre desde que la Liga premia la victoria con tres puntos, no parece una utopía. En ese sentido, bordea los ochenta y dos puntos que el grupo que conducía Carlos Simón obtuvo durante la evolución de ejercicio 1995-1996 en el Grupo III de Segunda División B que certificó con el retorno a las estructuras del balompié profesional.

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