El Gobierno de Puçol quiere condenar enérgicamente el uso desproporcionado e indiscriminado de la fuerza por parte del Estado sobre la ciudadanía de Catalunya, cuyo resultado ha sido más de 800 personas heridas.
Pedimos que los abusos policiales no se vuelvan a repetir y manifestamos la solidaridad con el Pueblo Catalán. La solución a la cuestión catalana sólo podrá ser política, pacífica y democrática, como lo habría sido la jornada del 1-O sin la intervención del Estado.
El Gobierno de Puçol está al lado de las personas, las libertades, el diálogo y la democracia.