Crear un nuevo espacio de comercialización de los productos agrarios locales donde los labradores puedan vender sus cosechas sin intermediarios. Es el objetivo del Mercado de la Fruta y la Verdura, una iniciativa que impulsa la concejalía de Agricultura que gestiona Marc Joan y que se pondrá en marcha de aquí a pocotiempo.
«Estos espacios comerciales ya están funcionando con éxito en grandes ciudades como Valencia y en Cullera, donde nuestro campo ofrece productos de calidad, tenemos un potencial enorme para que la iniciativa funcione en beneficio de los agricultores, de los consumidores y de la economía local», ha manifestado Joan.
Este miércoles se dio el primer paso para poner en marcha el mercado con una primera toma de contacto entre la concejalía y los interesados en vender sus cosechas. La expectativa suscitada ha sido importante y ya son diversos los agricultores los que han manifestado su predisposición a participar.
La voluntad de la concejalía es que el diseño del proyecto se realice desde el consenso con los vendedores, quienes aportarán su visión sobre cómo tendrá que desarrollarse el mercado de proximidad.
Cada sábado
El planteamiento inicial pasa por la ubicación del mercado en la zona de peatones de la avenida 25 de abril, en los alrededores de la plaza Andrés Piles, el nexo de unión entre los barrios de la Vila y el área turística de Sant Antoni, comentó Marc Joan durante el encuentro.
Esta elección provisional se fundamenta en la estrategia comercial municipal de derivar el flujo de turistas de la franja costera hasta el interior del casco urbano, a pesar de que el emplazamiento tendrá que ser aprobado finalmente por los interesados.
«La ventaja que tenemos en Cullera es que desde abril hasta octubre hay un gran volumen de población visitante y esto hace más atractiva la venta», ha valorado el concejal. En principio la idea es que el mercado se monte cada sábado por la mañana.
Joan estima que el mercado podría empezar con una veintena de vendedores, dando siempre prioridad a los productores locales. El tipo de producto que se pretende poner a la venta tendrá que ser tradicional con cabida tanto para la producción convencional como la ecológica.
«De esta forma, ponemos a disposición del sector agrario un espacio dónde sin necesidad de intermediarios puedan ofrecer directamente al cliente los productos de nuestra huerta a unos precios justos que contribuyan a dignificar la profesión y, al mismo tiempo, ponen al alcance del consumidor frutas y verduras de calidad y con todas las garantías», concluye Joan.