"La alimentación es la base esencial de una vida digna", apunta el alcalde de València, Joan Ribó, en la Cumbre Mundial de Alcaldes por la Alimentación Sostenible en la ciudad del Turia. Y ese ha sido el punto de partida para los trabajos que se han realizado esta semana en València por más de 400 expertos, alcaldes y dirigentes de la FAO, el departamento para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas.
En esta cumbre, que han presidido el alcalde de València, el director general de la FAO, José Graziano Da Silva, y el secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Fernando García Casas, todos ellos han coincidido: los conflictos y el cambio climático son causas fundamentales en la extensión de la malnutrición y la desnutrición por el mundo. Y es que, según datos de la FAO, 815 millones de personas pasaron hambre en 2016, y son 35 millones más que en 2015. Tras años de retroceso del hambre, estamos viviendo un nuevo repunte, fruto de los conflictos bélicos y el avance del cambio climático en todo el planeta.
Pero hay otra problemática relacionada: la obesidad. A medida que crece la malnutrición, también lo hace la obesidad, que, recordemos, es una de las principales enfermedades a las que las sociedades avanzadas van a tener que hacer frente en las próximas décadas. Se diagnosticaron en 2016 más de 600 millones de personas obesas. Y estos datos, para Graziano da Silva, son "alarmantes".
Estos retos son los primeros a hacer frente. Y la frontera que se ha fijado la FAO para intentar poner una solución eficaz es 2030. ¿A través de qué estrategias? Mediante la colaboración mutua entre los poderes legislativos y ejecutivos y los productores de alimentos. En especial, los agricultores. También, fomentando los vínculos entre las urbes y las zonas rurales, dinámica esencial para impulsar una alimentación sostenible, porque son los alimentos de proximidad una condición indispensable en este sentido.
Los municipios son los centros de actuación a través de los cuales se pretenden implementar las medidas. Y por ello, desde 2015 se viene realizando esta cumbre en distintas ciudades del mundo. El año pasado, en Roma. Son ya 158 las ciudades adheridas a esta Cumbre. Desde la FAO han agradecido al alcalde Joan Ribó la dirección que está tomando la ciudad en relación a la alimentación sostenible y su compromiso para con este problema. Y es por eso por lo que hace un año, València fue nombrada Capital Mundial de la Alimentación Sostenible para 2017. Graziano Da Silva ha asegurado que es "un privilegio trabajar con la ciudad".