Queda tan sólo un día para que llegue Nochevieja. Una noche llena de buenos propósitos, de deseos pero, sobretodo, de tradiciones, como es el caso de las doce uvas, que simbolizan los doce meses del año, y que deben comerse con cada una de las campanadas del reloj.
Pero, ¿Conoces su historia? Existen varias teorías acerca de esta costumbre extendida también por numerosos países latinoamericanos. Muchos son los que afirman que esta tradición surgió a finales del siglo XIX, con el objetivo de ridiculizar a la aristocracia. Y es que al parecer, las familias españolas de la aristocracia tenían la costumbre de organizar encuentros privados con motivo del fin de año. En estas reuniones se servía champán y uvas, pero tan sólo para acompañar a este vino espumoso.
Sin embargo, hay quienes aseguran que la tradición de tomar las doce uvas se extendió en España, de manera masiva, a principios del siglo XX, cuando los cosecheros de Alicante quisieron deshacerse del excedente de uvas.
Por otra parte, hay otros que aseguran que el dos de enero de 1894, el diario 'El Siglo del Futuro' publicó un artículo en el que se hablaba de una costumbre importada de Francia, que consistía en comer uva al escuchar las campanadas. Un año más tarde, el Presidente de Consejo de Ministros despidió el año de la misma manera. Y así, se fue extendiendo con el paso del tiempo.
Sea como fuere, lo que está claro es que en la mayoría de los hogares españoles mañana por la noche se comerán las famosas uvas que, seguro, serán del Vinalopó. Y es que dos de cada tres uvas que se consuman en Nochevieja procederán de esta provincia de Alicante, lo que se traduce en unas 2.000 toneladas. La uva de Vinalopó está considerada una fruta única, mundialmente reconocida y valorada, por su especial proceso de maduración y por su aspecto impecable.
Sin embargo, no todos comen las tradicionales doce uvas en Nochevieja. Existen costumbres diferentes en otros países, como por ejemplo en Italia, donde es tradición comer un plato de lentejas estofadas tras las campanas para atraer la prosperidad, o en Grecia, donde cocinan un pastel, llamado Vassilopitta, en el que colocan una moneda de oro o plata en su interior.
Diferentes costumbres, pero un mismo propósito: Despedir el año y dar la bienvenida al 2017 con alegría, y en compañía de nuestro seres queridos.