Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, alumnos de los colegios públicos Jaime I, Luis Vives, Obispo Hervás y el Instituto de Educación Secundaria han participado en talleres de prevención de adicciones tecnológicas. Este proyecto pionero se completó el viernes, 19 de enero, con una charla para padres celebrada en la Casa de Cultura e impartida por una monitora de la Diputación de Valencia. La concejal de Educación, Mery Cortell, fue la encargada de presentar el acto.
Lola, la monitora del taller práctico para padres, comenzó la charla mostrando una foto de un niño pequeño, sentado solo en un sofá con un Mac ¡y lo que más llamó la atención de los presentes es que tenía un móvil de última generación, no que el niño estaba solo!
Si a eso añadimos que en los últimos años el regalo estrella de las comuniones es el móvil y que jugar con los padres es algo que se está perdiendo (por lo que es uno de los objetivos que debemos plantearnos para «desenganchar» a nuestros hijos de la tablet, el móvil o el portátil), tenemos una buena síntesis del panorama con que nos encontramos en nuestro día a día.
«Los padres vamos muy liados y no tenemos tiempo de estar con ellos, por eso los dejamos en manos de una pantalla, que se ocupa de mantenerlos entretenidos», apunta la monitora. «Nos interesa que estén tranquilos para que nos dejen hacer nuestras cosas, por eso delegamos nuestra responsabilidad en una pantalla, que es la que se está ocupando en parte de su educación».
Partiendo de estas premisas y de que nuestros hijos son «nativos digitales», es decir, que han nacido con las nuevas tecnologías y, por tanto, no tienen secretos para ellos en cuanto le dedican un tiempo, el objetivo del taller de prevención con las familias fue dotar a los padres de las herramientas para hacer frente a esta invasión silenciosa de las pantallas que, en ocasiones, suplantan incluso el papel educativo de la familia.
«Este trabajo con los padres viene precedido de tres meses de trabajo con los alumnos en clase: primero se les pasó un test para ver en qué situación se encontraban y después se adaptaron los talleres a su situación real», apunta Mery Cortell. «Para nosotros es una satisfacción que Puçol forme parte del grupo experimental del Programa de Prevención de Drogodependencias de la Diputación de Valencia y en este caso del proyecto destinado a combatir el mal uso del móvil, los videojuegos y las redes sociales, en definitiva, las adicciones tecnológicas».