Plataformas ecologistas aseguran que la central de Cofrentes podría provocar un Fukushima 2

Els últims incidents es van produir un mes després que la CSN realitzara una inspecció

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El Moviment Ibèric Antinuclear (MIA), la plataforma Tanquem Cofrents y Ecologistas en Acción han reivindicado el cierre definitivo de la central de Cofrentes, después de los diversos incidentes que se han producido en los últimos meses, y antes de que llegue su fecha de renovación que está prevista para 2021. Y es que, en un breve periodo de tiempo, la central de Cofrentes ha sufrido diferentes paradas por irregularidades en su funcionamiento.

La primera incidencia se produjo en octubre de 2017, cuando se produjo un problema en las medidas de caudales de los dos lazos de enfriamiento. Después de unos días de cese, se volvió a poner en marcha, lo que provocó un nuevo incidente el 8 de noviembre, al producirse una ruptura de una válvula de uno de los lazos. Meses más tarde, el 5 de enero, la central se vio en la obligación de parar, de nuevo, por una fuga en los accionadores de las barras de control. Y, finalmente, el 13 de enero, se produjo otro polémico suceso al poner la central en funcionamiento. En esta ocasión, la vibración anómala en una pieza de la turbina provocó otra parada forzosa.

Ante esta serie de incidentes, desde las plataformas ecologistas no sólo han puesto en duda que la central de Cofrentes garantice la seguridad de sus instalaciones, sino que han puesto en advertencia a la sociedad. 'Estamos jugando con fuego. Podemos asistir a un Fukushima 2'. En este sentido, han añadido que 'un accidente en Cofrentes pondría patas arriba todo el turismo y la industria del Mediterráneo'.

Asimismo, han denunciado que todas las incidencias que se han venido produciendo en este último tiempo han supuesto un aumento de la exposición a la radiación para los trabajadores, pero, además, han dejado de manifiesto una serie de cuestiones que ya se iban viendo venir: 'el envejecimiento y degradación de la central, la baja seguridad nuclear por parte de la empresa y la falta de rigor del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)', pues cabe recordar que la acumulación de incidentes se produjo un mes después de haber realizado una inspección en la central.

Por todos estos motivos, y cuando Cofrentes está a punto de solicitar la renovación del permiso al CSN, ya que se debe pedir tres años antes, el Moviment Ibèric Antinuclear (MIA), la plataforma Tanquem Cofrents y Ecologistas en Acción aúnan fuerzas para pedir que, de una vez por todas, la central nuclear se cierre definitivamente.

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