La imprevisión de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, está pasando factura a los valencianos. Desde hace más de un mes, antes de Navidad, los centros de salud y los hospitales están colapsados pero la máxima responsable deja pasar el tiempo y no hace nada pese a las quejas. Los casos de gripe han ido en aumento y si bien no se puede prever cuándo se disparará, sí se puede hacer una previsión de personal que luego se cumpla. Determinó por ejemplo que los centros de salud cerraran en las tardes de las semanas de Navidad y Año Nuevo, lo que obligó a los pacientes a trasladarse a las urgencias de hospitales, que a su vez se quedaron colapsados por falta de personal.
Montón y colapso son sinónimos. Cada decisión que toma la consellera afecta de lleno a la salud de los valencianos. Esperar en urgencias durante horas a ser atendido, ingresar en habitaciones con dos y hasta tres pacientes más, y eso con suerte, cuando no te toca una camilla en pleno pasillo, no se puede considerar una atención digna a los pacientes.
El famoso “Plan de contingencia”, ante la situación alarmante de casos de gripe en nuestra Comunidad, ha sido un fracaso. Tanto la previsión como la planificación para responder a unas necesidades asistenciales se han evidenciado como deficientes. Lo más grave es que Montón no ha hecho nada por mejorarlas pese a tener pleno conocimiento por las quejas y reuniones con sindicatos, asociaciones o los propios alcaldes de las poblaciones afectadas que han mediado para actuar ante este caos y cambiar las desastrosas decisiones sanitarias de la Consellera sin ningún éxito. A este paso llegaremos a Semana Santa y volverán de nuevo a cerrar los centros de salud, con más problemas y los colapsos.
Le recomendaría visitar los centros de salud y los hospitales, como La Fe de Valencia o el Clínico, donde los propios pacientes podrán explicarle lo que ocurre de verdad, y también los profesionales que se quejan de la sobrecarga de trabajo.
Es imprescindible un mayor esfuerzo en el aumento de los recursos humanos,pues no sehan cubierto los permisos de los sanitarios en muchos centros de salud, o las bajas laborales no se cubren hasta pasadas dos semanas, cuando en estas situaciones debería sustituirse al 100% y desde el primer día. Pero a la Consellera parece ser que le importa más participar en saraos y la propaganda, que la salud de los valencianos y de los profesionales de la sanidad. En realidad, la consellera Montón trata de esconder su mala gestión e incumplimientos. Como con la Antigua Fe que ahora ha sacado a exposición pública diversos proyectos para ver qué hacer. Tres años perdidos por su sectarismo e imprevisión y los que seguirán. Comolaslistas de espera quirúrgicas, de consultas de especialistas y de pruebas diagnósticas que ha conseguido sean inaceptables y alarmantes, o como en el 2016 que dejó sin ejecutar más de 11 millones de euros en inversiones, y a finales de noviembre del 2017 se había ejecutado sólo el 27,56 % del total. Ni los valencianos y valencianas, ni los profesionales sanitarios nos merecemos esta caótica Sanidad. Y, mientras, el Presidente Puig sigue sin cesarla. Maria Remedio Yáñez Portavoz de Sanidad. Grupo Parlamentario Popular