El Valencia Basket saltó a la pista del WiZink Center con la lección aprendida de lo ocurrido hace dos días. Los pequeños detalles iban a marcar la diferencia y los de Pedro Martínez eran muy conscientes de la importancia de adjudicarse el partido. Cuarto a cuarto, el conjunto taronja fue vaciándose para contener al Real Madrid. El primer cuarto fue de total dominio taronja, el cuarto siguió mandando en el marcador pero los de Pablo Laso fueron reaccionando. En el tercer cuarto el Valencia Basket aguantó el arreón blanco para en los últimos y decisivos 10 minutos sentenciar un encuentro que le permite soñar, le proporciona el factor cancha y permite escribir con letras de oro una nueva página en la historia del club.
El primer cuarto el conjunto taronja salió mentalizado y con la quinta marcha puesta para revolucionar. Desde el 0-2 convertido por San Emeterio, el Valencia Basket fue mandando en el marcador llegando a dejar al Real Madrid anotar tan sólo cuatro puntos en los primeros cinco minutos de cuarto. Buenas defensas, los rebotes y, sobre todo, el acierto fueron poco a dando alas a los valencianos que llegaron a ganar de +11 (10-21, min 7 de partido). San Emeterio y Sikma fueron sumando puntos en este cuarto en el que se pudo ver al Guillem Vives totalmente recuperado de su lesión. En estos primeros diez minutos fue Sergio Llull el encargado de plantar cara y frenar la pequeña sangría que estaban sufriendo los blancos. Este cuarto finalizaba con buenas sensaciones para los de Pedro Martínez y y un +6 en el marcador (22-28).
El segundo cuarto el Valencia Basket volvió a salir con la misma intensidad pero el Real Madrid iba cogiendo velocidad para ir poco a poco recortando en el marcador. El primer balón que tocó Taylor acabó siendo un triple que les acercaba a tan solo tres puntos (25-28). Sin embargo, los valencianos no se pusieron nerviosos y fueron capaces de mantener la ventaja durante todo el cuarto que llegó a ser de 8 puntos (25-33, minuto 12). Pese a las buenas defensas, el sacar hasta en cuatro ocasiones un 2+1 y convertirlas, el hecho de lograr que el el Madrid perdiera seis balones más que ellos no logró el golpe mortal al encuentro pues los de Pablo Laso fueron poco a poco gracias a Felipe Reyes y Sergio Llull y consiguieron llegar al descanso solo dos abajo (41-43).
Tras la reanudación el Real Madrid siguió arañando puntos hasta ponerse por primera vez en el partido por delante en el marcador (47-46, min. 23). Fue en ese momento cuando Dubljevic dio su mejor versión, apareciendo cuando su equipo más lo necesitaba, logrando cinco puntos de forma consecutiva que devolvían al partido a su equipo (47-52). Felipe Reyes y Sergio Llull se encargaron de ir igualando el marcador para no permitir que el conjunto taronja les sacara del partido y sentenciara. El tercer cuarto se le puso cuesta arriba a los valencianos que mantuvieron las fuerzas igualadas aunque el conjunto blanco se hizo con el dominio en el marcador (64-61). Diez minutos, tres abajo, todavía había fuerzas para soñar, para lograr la épica.
El último cuarto empezó igualado con el triple de Diot (64-64) y presagiaba la lucha de poder que iban a vivir ambos conjuntos. El conjunto taronja había aprendido la lección en el último partido. Había pulido los detalles en defensa y en la recuperación de balones y rebotes. Sabía que darle la mínima oportunidad al Madrid era penalizado. Mantenía su filosofia de ir cuarto a cuarto y le estaba funcionando. Faltaba rematar la faena en estos últimos diez minutos de infarto que se iban a vivir en el WiZink Center. Los de Pablo Laso seguían tirando mano de su capitan y del incombustible Llull. Pero esta vez Bojan Dubljevic salió para revolucionar el partido.
Cuando más igualado estaba el choque siete puntos seguidos del montenegrino ponían el 66-70 en el marcador, Diot y San Emeterio se encargaron de mantener y aumentar la renta de su equipo. Los locales empataron de la mano de Llull a 79 en el encuentro a falta de poco más de un minuto pero Dubljvic convertía dos tiros libres (79-81) y se hacía con el rebote defensivo en la siguiente jugada. Sastre y Thomas hacían lo propio con los siguientes rebotes y el mallorquín, esta vez sí, metía sus tiros libres que ponían renta suficiente para soñar con la victoria (79-84) a falta de 17 segundo para acabar el partido que remató Fernando San Emeterio poniendo el 79-86 final.
Empataron la eliminatoria, recuperaron el factor cancha y regalaron a la afición taronja la posibilidad de soñar con el primer título de Liga de la historia del club. Pase lo que pase en la Fonteta el conjunto que dirige Pedro Martínez está escribiendo la página del 30 aniversario con letras de oro. Ahora toca escribir una más, el próximo miércoles 14 a partir de las 20:30 horas en la Fonteta.