Un año más las calles de València han vivido la Cabalgata del Patrimonio de València dentro de la intensa programación de Fallas 2018. Desde hace 3 años, este acto se ha convertido en todo un clásico y en esta tercera edición, se han incorporado novedades.
Con unos pequeños minutos de retraso a causa del corte de las calles, la Cabalgata ha arrancado desde la Lonja con la Colla de Tabal i Dolçaina de la Junta Central Fallera (JCF). Tras ellos, les han seguido els Gegants i Cabuts de la Ciutat y precisamente, se han recuperado la pareja de Jaume I i Violant d’Hongria, gracias a los artistas valencianos José Luis Ceballos y Paco Sanabria.
Las tradicionales campanas han marcado el ritmo gracias a la Asociación de Campaners de l’Alqueria de la Comtessa que han deleitado a los miles de asistentes con su particular campanomóvil que simula 5 campanas.
Tras ellos, hemos disfrutado de la tradición y el arte de la mano de los negrets y los dansadors de l’Alcúdia con diferentes castellets. Precisamente, la danza de los negrets es una de las moixigangues más arcaicas conservadas en la Ribera del Júcar. Por su parte, los dansadors, guardianes de la Virgen María, son la danza masculina más emblemática de l’Alcúdia.
Les seguía con gran expectación el mítico Tio de la Porra de Gandia, uno de los personajes más emblemáticos de la capital de la Safor. El ritmo lo han marcado la República Dominicana. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO el 30 de noviembre de 2016, el merengue representa la esencia festiva de este país caribeño.
Por último, los fatxos de Onil han marcado la guinda de la Cabalgata del Patrimonio que se ha consolidado entre vecinos y turistas. Cada 24 de diciembre se ruedan estos ramos de esparto con un movimiento circular y encendidos para dar calor de una manera simbólica al Niño Jesús de Navidad.
Un año más, la Cabalgata del Patrimonio ha reunido a cientos de espectadores que han disfrutado de la cultura, la tradición y sobre todo el patrimonio de València y del resto de nuestra tierra.