Axel Honneth: «Dicen que el socialismo ha muerto y yo no quiero creer eso»

El representant de la ‘tercera generació’ de l’Escola de Frankfurt ompli de públic la sala Alfons el Magnànim de la Beneficència per a la presentació del seu treball 'La idea del socialisme. Assaig d’una actualització'

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Más de 200 personas se dieron cita este jueves en la presentación del libro La idea del socialismo. Ensayo de una actualización en la sala Alfons el Magnànim de la Beneficència de València. En el acto participaron como ponentes Axel Honneth, representativo miembro de la Escuela de Frankfurt, profesor en la Columbia University de Nueva York y de la Goethe-Universität de Frankfurt y autor del libro; además de Anacleto Ferrer, director del Instituto de Humanidades y Patrimonio de la Institució Alfons el Magnànim; y Benno Herzog, profesor de Sociología y Antropología de la Universitat València.

Entre el numeroso público asistente se encontraba la vicepresidenta de la Diputación de Valencia, Maria Josep Amigó, y el diputado de Cultura, Xavier Rius, quien fue el encargado de realizar la presentación de los ponentes.

Rius ha incidido en que «uno de los objetivos de la Diputación de Valencia es intentar recuperar el prestigio de la Institució Alfons el Magnànim y el hito de contar con Axel Honneth así lo demuestra». El responsable del Área de Cultura ha aseverado que la presencia del representante de la 'tercera generación' de la Escuela de Frankfurt en València corrobora que «en poco más de un año se ha conseguido este propósito». También ha aprovechado para remarcar que cualquier académico del Estado que quiera recurrir a esta obra de Honneth «deberá hacerlo en la versión en valenciano editada por el Magnànim», ha indicado.

Durante su intervención Axel Honneth ha confesado que «la autoexploración» constituye el motivo principal por el que escribió el libro. «Cuanto mayor me hacía, no respondía tan claramente que yo era socialista, no lo tenía tan claro. Este libro era una manera de clarificar mi propia orientación». Y ha considerado que «pese a la corriente de que el socialismo ha muerto, no quiero creer eso» y, por este motivo, ha escrito la obra, «porque una idea tan poderosa como el socialismo no podía dejarse morir».

Según Honneth, el socialismo ha desarrollado «una tarea de reconstrucción histórica para la idea común de la libertad, entendida como un reflejo de los valores básicos de la Revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad». Pero la noción de libertad de los franceses resultaba «tan egocéntrica» que necesitaban nuevos valores normativos y, en consecuencia, trabajaron en otra idea, la de libertad social, porque pensaban que podía hacerse de mejor forma. «La libertad social es cuando cooperamos, es decir, no es luchar contra los demás sino por los demás». Una idea que se visualiza en Marx y su ideal de colaboración en el lugar de trabajo, por ejemplo.

 

Los tres errores del socialismo

El primero de los errores del socialismo, según Honneth, ha sido el economicismo. Una mirada demasiado centrada en la economía «hizo a los socialistas tempranos pasar por alto el valor de los derechos civiles», ha apuntado. «No potenciar que la ciudadanía participe en su propia libertad constituye un profundo error». En segundo lugar, desde Saint Simon a Marx, «se ha creído que la clase obrera es revolucionaria por naturaleza», afirma. Y en última instancia, el tercer problema que observa Honneth es el hecho de entender el futuro como una necesidad para el socialismo: «todos pensaban que el comunismo vendría después del capitalismo» prescindiendo de abordar cómo sería, entre muchos otros factores, la economía social.

La propuesta que aporta Axel Honneth consiste en «cambiar el determinismo histórico por el experimentalismo histórico» y así comprobar si existe margen para el incremento de la libertad social. «Quizás es reformismo, pero no me gusta la diferencia entre reforma y revolución. La historia nos permite cambiar a mejor». No habría, según él, que destruir las instituciones que se han visto válidas para llevar a cabo la libertad social. Se debería, en cambio, dejar de lado la idea final de dónde llegar, la utopía tradicional del movimiento socialista.

Con anterioridad a la alocución de Honneth, Anacleto Ferrer ha reivindicado la figura del filósofo como representante imprescindible de la 'tercera generación' de la Escuela de Frankfurt, donde pertenecían otros grandes nombres como Horkheimer, Adorno, Benjamin, Marcuse o Habermas, entre otros. «Honneth continuó y evolucionó la teoría de Habermas», principalmente en cuanto al «reconocimiento en el espacio público» y mediante «el análisis de los mecanismos de poder». Su idea rectora es la «libertad social», desarrollada en el libro Das Recht der Freiheit (El derecho a la libertad). Un concepto que hace referencia a la «configuración social que permite que los individuos se desarrollen en un ámbito democrático», ha explicado.

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