Una reivindicación histórica, el momento de un cambio y sobre todo nuestra identidad como pueblo. La Crida pel Finançament Valencià se enmarca dentro de unas reclamaciones necesarias en nuestro pueblo donde estamos convocados todos. Hoy hablamos con uno de los portavoces de la Plataforma que está ganando cada día más adhesiones. En concreto, ya supera las 2.000 y cuenta con más de 80 entidades de nuestra tierra. En total, son cuatro portavoces: Vicent Maurí, Ángel Martí, Raquel Gómez y Antonio Infante. Hablamos con Antonio de la situación real de infafinanciamiento y de todas las iniciativas que van a poner en marcha. La más destacada, la gran manifestación del próximo 10 de Junio en Valencia.
¿Cómo hemos llegado a esta situación en el País Valenciano?
El País Valenciano y los valencianos y valencianas no podían estar como estamos en materia de infrafinanciamiento que se arrastra como mínimo desde que tenemos la autonomía. Hemos asumido una serie de tareas que no están cubiertas por recursos que como los administra el Estado siempre han venido en una cantidad inferior a los gastos que genera como son del tema de sanidad, educación, etc.
Por otro lado, cuando el Estatuto de Autonomía cogió una serie de competencias desde un primer momento, estas por ejemplo, todo el sistema sanitario valenciano estaba muy atrasado respecto a la media del Estado español y a nivel de enseñanza exactamente igual. Ha hecho falta hacer un esfuerzo de inversión para poder actualizarlo, modernizarlo, etc
Esto a lo largo del tiempo, ha ido suponiendo que un déficit entre los gastos y los ingresos para pagarlo, está valorado a euros 1350 millones de euros al año de déficit de infrafinanciamiento que tiene la Administración valenciana respecto a las tareas que tiene encomendadas desde el sistema autonómico. Esto ha generado dos cuestiones. Por un lado, una deuda acumulada que supone 45.000 millones de euros, es decir, 9.000 euros por cada valenciano y valenciana. Además, por una cantidad que está valorada en 16.000 euros que es la deuda histórica que se refiere a unas cantidades de dinero que hemos pagado de intereses de los préstamos y que si hubimos tenido la financiación correcta, no hubiésemos tenido que haber pedido.
Por otra banda, se presentan los presupuestos generales del Estado en el cual nosotros, el País Valenciano que tenemos una población de casi 11% de la población, comprobamos que el porcentaje de inversiones no llega al 6%. Este no es el primer año, si repasamos los de años anteriores, casi es el mismo.
¿Cómo explicas esta situación si en nuestra tierra hemos vivido amplias mayorías de gobiernos que tenían al mismo partido en el gobierno central? ¿Por qué no se ha mejorado la inversión?
Desde el cambio geopolítico que se produjo en todo el mundo, alrededor de los años 80, hizo cambiar la lógica de las inversiones públicas que en lugar de depender de los impuestos, se entró en una dinámica que dependían de los préstamos bancarios. Desde los años 80, todas las administraciones han entrado en una dinámica enloquecida de cubrir sus gastos mediante préstamos bancarios que después se han de amortizar. Por eso, aquí cuando no llegaban el dinero vía Estado, se entendía que era lo normal y que se tenía que pedir préstamos. Tanto es así que durante una serie de años esto era normal y se mantuvo. Cuando llega la crisis, es el propio Estado Español el que prohíbe a las autonomías que puedan recurrir a los préstamos bancarios y es cuando generan el FLA. De esa manera los préstamos no se piden desde la Generalitat a la banca internacional o la banca local, se piden al Estado quién pone las condiciones en dos cuestiones determinantes: por un lado para que sirve, el Gobierno determina en qué cosas y el mismo Gobierno determina la tasa de interés de los préstamos.
Mientras aquí estábamos a una época que iban a atar los perros con longanizas, haciendo obras faraónicas, la millor terreta del mundo, y no había restricciones crediticias, lo que ha pasado es que el préstamo ha ido creciendo año tras año. Llega un momento en que esto estalla y en estos momentos, tenemos una deuda que es equivalente a tres veces el presupuesto de la Generalitat Valenciana, es absolutamente impagable y hace saltar todas las alarmas. En estos momentos, el tercer gasto más importante que tiene la Generalitat Valenciana es amortizar el préstamo y los intereses del préstamo.
¿Se está castigando en el pueblo valenciano para elegir un gobierno de cambio?
Yo creo que se castiga al pueblo valenciano porque somos valencianos. Somos periferia y la mentalidad del gobierno español es muy centralista. Los últimos 200 o 300 años, nosotros nos hemos constituido a la fuerza en la periferia del sistema de dominación español. A todo esto, se tiene que añadir otro elemento. Además del infrafinanciamiento, todo aquello que pagamos el pueblo valenciano vía impuestos, es decir, vía IRPF, vía IVA, de todo esto que pagamos, no nos viene revertido ni vía financiación de la Generalitat o del resto de instituciones, ni vía inversiones, en la misma cantidad. Hay un déficit a favor del Estado de una cantidad que está calculada en unos 6.000 millones de euros al año, equivale al 6% del Producto interior bruto valenciano. Esa cantidad es cuatro veces superior a la de infrafinanciación y esa cantidad todavía no está en la mesa política.
Estructuralmente el sistema jurídico, político y económico del Estado Español, condiciona unas políticas de espolio en el país valenciano. Seguramente no sólo en el País valenciano pero aquí lo sufrimos de una manera determinante.
¿Qué le parece que en la aprobación de Presupuestos Generales del Estado un partido nacional de izquierdas como es Coalición Canaria apoye los presupuestos de un gobierno de derechas?
No tenemos que confundir la anécdota con la categoría, quien aprueba fundamentalmente los presupuestos es el Partido Popular y en segundo lugar, Ciudadanos, y después va bajando en cascada. Yo creo que hay que darle a cada cual el peso que corresponde. Yo creo que ni ética ni estéticamente es un buen acuerdo pero que ha primado el interés para demostrar que su presencia es útil para Canarias y a negociar una serie de inversiones a cambio de justificar la política económica del gobierno. Desde un punto de vista electoral en Canarias, es comprensible.
Hablamos en concreto de la manifestación del próximo del 10 de junio.
Será una gran manifestación, de hecho, nosotros desde un primer momento hemos querido que sea una convocatoria muy abierta y hemos querido invitar a todo tipos de entidades deportivas, culturales, sindicales, sociales, ecologistas, políticas pero también a las personas porque se podía dar que gente muy significativa de determinadas organizaciones políticas y sindicales se sumen a la convocatoria y su organización se lo esté pensando todavía. Ahora alrededor de 80 entidades participan. La manifestación saldrá del Parterre, recorrerá la calle de la Justicia, calle Colon y la calle Xàtiva hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento donde habrá un acto político con diferentes intervenciones. Será una primera gran manifestación pero no será la última. Nosotros somos conscientes del talante autoritario del gobierno español. Por lo tanto somos conscientes que por muy grande que sea la manifestación no tumbará los presupuestos. Será la primera de todo un ciclo porque el objetivo es recuperar la capacidad del pueblo valenciano que pueda gestionar sus propios recursos, como pueblo autónomo y maduro. Pero también que pueda recuperar la dignidad y las relaciones de igual a igual. Creemos que será una gran manifestación por la respuesta que estamos encontrando, es decir, se han puesto en contacto con nosotros gente de entidades que no convocan este tipo de actos. La voluntad de todos es que será la primera de todo un ciclo
Además de esta gran manifestación, ¿tenéis pensadas más acciones?
Hay que recordar que el día 6 haremos un acto importante en el Paraninfo de la Universitat de València donde varias personas hablarán de la situación de la financiación. Ya será un primer acto y muy significativo. La idea que tenemos es por un lado desarrollar actos por el territorio y pensar en un nuevo acto masivo en Valencia.
Hace un par de días, la Sexta emitió "la estrategia del Silencio". Una lucha de la Asociación de víctimas del metro cada 3 de cada mes. ¿Planteáis actos periódicos?
Sí notablemente. Yo recuerdo que cuando pasó la eclosión del accidente de metro y cuando la asociación de víctimas convocaba el acto cada 3 de cada mes, cuando pasaron las primeras 5 o 6, empezó a decaer la asistencia. Aquí fue capital la asociación de víctimas que dijo que vengan las personas que vengan, continuaremos manteniendo esto y poco a poco volvió a ir la gente. Después del primer programa de la Sexta, que cogió información de periodistas locales, gente de aquí, se notó de forma significativa. La constancia es un valor.
Los grandes rostros del PP iban contando mentiras pero la realidad salía cada día 3 a la plaza de la Mare de Déu. La plaza se llenaba de familiares de las víctimas de un accidente que se podía haber evitado con sólo una inversión de 3.000 euros. Esa verdad física al final se impuso y unos años más tarde han echado al PP de las principales instituciones. Nosotros tenemos esa voluntad también de recuperar la dignidad del pueblo y no es ejercerla si no hay condiciones materiales y sociales. Esas condiciones vienen dadas por la gestión de nuestra economía
En estos momentos, ¿cuántas adhesiones lleva Crida pel Finançament Valencià?
En estos momentos ya hay al borde de 2.000 y 80 entidades de todo tipo y lo que es más importante personas muy significativas. Para mí, hay dos que han apoyado de forma muy especial. Vicent Cucarella es una persona muy sensata y muy formada que conoce muy bien el tema de la infrafinanciación porque ha publicado libros y lo ha estudiado y además es el Síndic de Cuentas de la Generalitat. Así supone un valor muy importante. La otra persona es el delegado para el modelo social valenciano que nombró el Gobierno Valenciano Xavier Uceda que está diseñando como tiene que ser la cobertura social que tienen que tener los valencianos y las valencianas y desde un primer momento ha dado el apoyo. Además de diputados y cargos políticos, estas dos figuras tienen un talante muy especial y técnico.
La reivindicación de la infrafinaciación es también una reivindicación del Gobierno de la Generalitat con PSPV-PSOE, Compromís y Podemos desde las Cortes. ¿Pero os habéis puesto en contacto también con las formaciones políticas PP y Ciutadans?
Lo hemos intentado, hemos enviado escritos y llamadas telefónicas tanto el Partido Popular como Ciudadanos. Podría contarte alguna anécdota. La primera vez que me puse en contacto con el Partido Popular a nivel de País Valenciano, ellos dicen, Comunidad Valenciana, me costó mucho conseguir que me dieran una dirección electrónica para poderle enviar la invitación para la primera reunión porque se ve que no están acostumbradas a hablar con gente de la calle y al final conseguí una dirección y no hemos recibido ninguna contestación. Con Ciudadanos, en su web no hay un teléfono o una dirección de aquí de nuestra tierra, y tuve que hablar con la dirección de Cataluña y me dijo que lo enviase a Barcelona y tampoco hemos tenido respuesta. Esperamos que en algún momento que se dan cuenta que no es una cuestión ideológica que nos afecta a todos y todas.