El pasado lunes, 5 de junio, los vecinos de Alboraya revivieron "el miracle dels peixets" en un evento organizado por el Ayuntamiento de Alboraya. Se trata de una celebración que conmemora la tradición popular y que se prolonga durante toda la jornada en la ermita construida en la desembocadura del barranco del Carraixet.
Una misa en honor al milagroso acontecimiento fue el eje central de la cita. Autoridades locales de Alboraya y de diversos municipios, entre los que se encontraba el alcalde de Alboraya, Miguel Chavarría, el resto de la corporación municipal, el alcalde de Almácera, Ramón Puchades, el diputado José Luis Ábalos y la diputada, Mercedes Caballero, acudieron al lugar, junto a los vecinos del municipio, quienes también pudieron disfrutar de una serie de actividades deportivas.
Al término de la eucaristía, los presentes pudieron disfrutar de una comida en buena compañía y con unas agradables condiciones meteorológicas, seguida de un espectáculo de animación infantil medioambiental -Reciclamàtic- para los más pequeños de la casa y de una discomóvil.
"El miracle dels peixets" es una tradición popular que data de 1348. Aquel año, un sacerdote llevó una arquilla con las sagradas formas a un morisco moribundo residente en Almácera, localidad que por aquel entonces dependía eclesiásticamente de la parroquia de Alboraya. Por el camino, en el barranco del Carraixet, el sacerdote se cayó del caballo y las formas consagradas se perdieron en el agua. Afortunadamente, tras una ardua búsqueda que involucró a los vecinos de Alboraya, tres peces aparecieron con ellas en la boca en la desembocadura del barranco del Carraixet y se las devolvieron al cura.