El Ayuntamiento de Valencia logrará un ahorro energético en luz del 85%

El projecte pretén substituir l’enllumenat actual per bombetes LED, la qual cosa suposarà un estalvi del 85%

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El Ayuntamiento de Valencia, tras otorgar licitación al segundo Plan de Intervención en el Alumbrado Público IDAE II, ha comenzado a desarrollar el proyecto mediante el cual realizará la sustitución de un tendido eléctrico de 7.975 farolas. Este plan pretende racionalizar el consumo eléctrico, a la vez que busca un consumo más responsable y sostenible.

'El Plan de Intervención en el Alumbrado Público IDAE II ha tenido un coste total de unos cuatro millones de euros, costeados mediante un préstamo a 10 años con un interés del 0%'.

El gasto eléctrico generado por la iluminación de las vías públicas en Valencia ha llevado consigo importantes facturas y cuotas de gasto energético desmesuradas, sin embargo, tras la implantación del presente proyecto, se prevé una reducción en el gasto público en iluminación de hasta el 85%. La puesta en funcionamiento del plan realizará la sustitución de 6.036 farolas del tipo Valencia y de otras 1.939 del modelo Ferran VII, los cuales son los modelos de iluminación que más gasto generan, por otras cuyo funcionamiento se basa en unas placas LED que proyectan la luz hacia abajo. Esta sustitución prevé un ahorro anual que superará el millón de euros.

Un plan de ahorro ya consolidado

El alcalde de Valencia, Joan Ribó, señaló el pasado mayo que "hemos bajado un 23,3% el consumo total de electricidad, lo que supone un ahorro muy importante de 4,6 millones de euros y muchos megavatios que hemos dejado de consumir, que es algo muy positivo desde el punto de vista de la sostenibilidad". El Ayuntamiento ha rebajado enormemente su consumo de electricidad a lo largo de los cuatro últimos años, y espera aumentar su ahorro energético aún más tras la aplicación del Plan de Intervención en el Alumbrado Público. Tal como señalaba Ribó, "hemos eliminado los puntos de luz en forma de chupa chup y ahora queremos eliminar las bolas que están provocando mucha contaminación lumínica en los primeros pisos de muchas viviendas. Además de que ganamos eficiencia, disminuimos las molestias que se puedan ocasionar al vecindario y conseguimos también un importante ahorro económico".

Además, el ayuntamiento ha apostado por un tono de luz cálido, cuya temperatura de color sea inferior a los 3.000 ºK, en este caso, el nuevo tendido lumínico ofrecerá una iluminación de tonos amarillentos, con una temperatura de color de 2.700 ºK.

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