​Trabajo físico y táctico en las instalaciones de Buñol

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La exigencia ha caracterizado el desarrollo de la jornada matinal realizada sobre el verde del campo número uno de la Ciudad Deportiva. Una semana después de comenzar la preparación sobre el césped, Muñiz ha agasajado a sus pupilos con una sesión que ha aunado componentes físicos y tácticos. El entrenamiento pautado ha superado la hora y media de trabajo y el esfuerzo ha sido incesante; no ha habido tregua durante el tiempo transcurrido. Quizás la buena noticia es que para la tarde del sábado el entrenador asturiano ha previsto una suave sesión de recuperación en el gimnasio de Buñol acompañada de un día de asueto para la jornada de mañana domingo que las castigadas piernas de los jugadores azulgranas, sin duda, agradecerán. Al filo de las nueve de la mañana los jugadores de la sociedad levantinista han saltado al rectángulo de juego, aunque había actividad en la instalación con anterioridad en el tiempo.

El campo estaba totalmente cercado por conos y picas. Todo estaba preparado. Los jugadores se acomodaban sobre el césped con zapatillas de deportes. No había rastro de las botas de taco en ese instante. El aspecto incidía en el tipo de trabajo que iban a realizar en esa fase del entrenamiento. Las cuestiones físicas han adquirido preponderancia. Moisés de Hoyo ha marcado las pautas advirtiendo de las características del circuito que los futbolistas han seguido con especial atención. Nadie esquivaba el esfuerzo. Era el prólogo. Y la jornada iba a adquirir más profundidad. Tras cambiar las zapatillas por las botas, el balón apareció en escena. Y con la llegada del cuero se agigantó la figura de Muñiz.

El técnico no pierde detalle de las evoluciones de los jugadores que prepara. La voz de mando tiene nombres y apellidos en este caso. Y el diálogo es constante. El preparador pone especial énfasis en las tareas diseñadas. Es el momento de fundamentar las bases del futuro. El balón se convirtió en el hilo conductor del trabajo propuesto. Los rondos y las distintas prácticas de presión y posesión por grupos se estructuraron a partir del uso del cuero. Sobrepasadas las diez y media los futbolistas regresaron al vestuario. Muñiz ha contado con la totalidad de los efectivos dispuestos. El colectivo realizó una suave sesión de recuperación por la tarde. La próxima semana propone cambios de consideración con la llegada de los primeros amistosos de preparación de la presente pretemporada.

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